La Biznaga: fragancia, tradición y alma de Málaga

Es una tradición viva. Se asocia con la Málaga más auténtica, con los veranos cálidos, las noches en las plazas, la Feria, y la cultura popular. La biznaga es un emblema de la identidad malagueña, una pequeña y perfecta esfera blanca.

Si paseas por las calles de Málaga en una tarde de verano, es muy probable que te llegue un aroma inconfundible a jazmín fresco. Puede que veas a un biznaguero, que recorren las calles vestidos de manera típica (camisa blanca y fajín), forma parte del imaginario colectivo local. Una de las estatuas más queridas de la ciudad es "El Biznaguero", situada en los Jardines de Pedro Luis Alonso, una escultura en honor a esta figura icónica.

¿Qué es una biznaga?

La biznaga es un ramillete artesanal de flores de jazmín, cuidadosamente colocadas en forma de bola sobre el tallo seco de un "nerdo", que en realidad es el esqueleto de una planta silvestre (generalmente del cardo amargo). Su elaboración requiere destreza, paciencia y mucho mimo.

Los jazmines se recogen cerrados, al atardecer, y se colocan uno a uno sobre el nerdo. Durante la noche se abren lentamente, y al amanecer la biznaga desprende su característico y suave perfume, llenando el aire de aroma andaluz.

¿Sabías que…?

• La palabra “biznaga” proviene del árabe “bashnaka”, y anteriormente del persa “baznag”, que significa “regalo de Dios”.

• Las biznagas no solo perfuman, también ahuyentan insectos de manera natural gracias al jazmín.

• Se considera un símbolo de amor y respeto, por lo que a menudo se regalan en ocasiones especiales.Un símbolo que se lleva en el corazón

Un oficio que se transmite de generación en generación

El arte de hacer biznagas se ha transmitido durante décadas en muchas familias malagueñas. Aunque hoy en día su elaboración y venta es más escasa, aún hay quienes se dedican a mantener viva esta tradición, especialmente durante los meses de verano y en fiestas populares como la Feria de Agosto.

Una experiencia sensorial que solo Málaga puede ofrecer

Pocas tradiciones resumen tan bien el espíritu malagueño como la biznaga: humilde, delicada, alegre y llena de alma. La próxima vez que camines por Málaga y veas una biznaga, recuerda que estás ante una pequeña obra de arte efímero con siglos de historia.